LAS HIJAS DE SARA
La Biblia está llena de historias de mujeres que vivieron vidas interesantes o diferentes. Muchas de ellas son ejemplos de gran fuerza y carácter para nosotros , pero hay tan solo una mujer a quien se nos anima especificamente seguir. De manera interesante, ella era una de las mujeres más hermosas que nunca ha vivido, tal vez segunda de Eva. ¿Qué tipo de hermosura irresistible tenía, que causó que un rey se enamorara de ella cuando ella tenía 90 años?.- La mujer de quien estamos hablando es Sara. Ella tenía más de 60 años cuando salió de la ciudad de Harán con su esposo, Abram, y empezó el viaje peligroso en los desiertos de Siria y el Neguev de Israel.
El viajar por el desierto es considerado como algo que no favorece a la preservación de la hermosura física, mayormente en la mujer. Pero después de muchos meses, tal vez años de viajar y acampar en los desiertos, soportando tormentas de polvo, el sol caliente y vientos ardientes y pasando por el desierto del norte de Siria a Egipto (porque en la tierra de Canaán había hambre ), Sara todavia permanecía tan encantadora como siempre. Ni su edad ni el desierto podían dañar su hermosura. Ella tenía más de 65 años cuando llegó a Egipto. La Biblia dice que: “aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera. También la vieron los príncipes del Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada a casa de Faraón.”1 Esta situación se repite otra vez en Gerar, donde el rey Abimelec se enamoró de ella. ¡Ella tenía 90 años en ese tiempo!. ¿Cuál era el secreto de su hermosura encantadora? ¿Había algo más que su forma bella? La Biblia nos da una clave cuando nos habla de la serenidad de su espíritu, sumisa. Tenía una gracia interna que procedía de su “espíritu suave y apacible.”2
Imagínese que su esposo viene a la casa esta noche y le dice: “Cariño, Dios me ha hablado y siento que es tiempo que nos mudemos. Vamos a salir de aquí muy pronto.”
- “ ¿Pero adónde?” Ud. exclama.
- “No sé cual es el destino . Dios nos mostrará.” (él responde)
¡No voy a imprimir la respuesta suya!. Pero eso fue justamente lo que le pasó a Sara cuando Abram le enfrentó con la noticia que Dios le había llamado a otro país. Sara era obediente a su esposo y se sometió a sus planes y “se fueron, sin saber adonde iban.”3 De seguro era muy dificil para Sara dejar su hogar, familia y ambiente familiar.
Su nombre (Sara) quiere decir ‘Princesa’. Posiblemente ella procedía de una familia adinerada y vivía una vida cómoda y consentida en Ur. En cambio, terminó viviendo una vida nómada, morando en tiendas de campaña, en las montañas y los desiertos por 67 años!
¿CUAL ERA LA FUENTE DE SU HERMOSURA?
Pero Dios honró su fe y obediencia , y como hemos descubierto, ella retenía su hermosura, por eso Dios la llama “la incorruptible hermosura de un espíritu suave y apacible.”4 Este tipo de sumisión necesitaba fuerza de carácter y ella debía de tener fe. No era para los débiles. No se requiere de cualidades nobles para demandar su propia voluntad; cualquiera puede hacer eso. La sumisión es para los desinteresados y maduros de espíritu. El diccionario dice que la mansedumbre es “aquel temperamento de espíritu en que aceptamos todos los tratos de Dios con nosotros como buenos y por eso no discutimos.” Jack Hayford dice, “Sumisión es para personas que aceptan el orden divino porque está incluida la protección, cumplimiento, y realización.”
Esta entrada dramática en un nuevo estilo de vida, sólo era el comienzo de muchas crisis para Sara. Ella era obediente a la autoridad de su esposo aun cuando él estaba equivocado. Abraham siempre tuvo un gran problema mientras viajaba en lugares extraños, y eso era ni más, ni menos que tener una esposa atractiva, por lo cual él entró en un acuerdo con ella, que dondequiera que fueran, ella dijera que era su hermana, en vez de su esposa, porque él estaba temeroso de que lo mataran por causa de ella. En realidad, ésto era medio-verdad, porque ella era su media hermana. En dos ocasiones cuando Sara fue llevada por reyes, donde Abraham no la podía proteger, Dios la honró y protegió y fue entregada a su esposo completamente íntegra.5
1 Pedro 3:6 dice: “Sara obedecía a Abraham y lo llamaba ‘mi señor’. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y no tienen miedo alguno.”
¿POR QUE REACCIONAMOS?
Por alguna razón no es muy popular ser las hijas de Sara hoy en día. En el momento que se menciona la palabra ‘sumisión’, hay una reacción negativa. Las mujeres se rebelan al sonido de esa palabra. ¿ Por qué produce tanta reacción?. Es una actitud piadosa. ¿Por qué tanto alboroto sobre una cualidad piadosa? Aunque es una virtud que resulta grato ver, especialmente en las damas, es una cualidad que Dios quiere que tenga toda la humanidad. La Biblia dice que debemos ser sumisas a nuestros esposos “asimismo” (1 Pedro 3:1). ¿ Asimismo de qué? Asimismo como nos sometemos a toda autoridad humana. Cuando habla en Efesios capítulo 5 sobre las esposas siendo sumisas a sus propios esposos, ¡sigue inmediatamente después de donde dice que nos sometamos unos a otros!6 Parece ser que en el humano, las actitudes de orgullo, independencia y el hacer valer sus derechos son mucho más populares, aun entre cristianos; que las actitudes piadosas de mansedumbre, humildad, y sumisión. Fue ese espíritu de orgullo e independencia lo que provocó que Lucifer fuera arrojado del cielo. Pero Jesús, por su sumisión total a la voluntad de su Padre y porque se despojó de sus derechos de ser igual a Dios, obró para nosostros la salvación eterna.7
¿QUE ESPIRITU NOS CONTROLA?
Si no somos hijas de Sara, siguiendo en sus pisadas, ¿ De quién somos hijas? Hay otra mujer en la Biblia que es como la opuesta a Sara. Su nombre es Jezabel. Ella tenía un espíritu seductor y tentó a su esposo, como a la nación entera de Israel, para no servir al Dios viviente y para adorar a Baal. Ella era una mujer dominante que demandaba y hacía prevalecer su voluntad a cualquier costo. Jezabel era independiente y una ley para sí misma.8
El dato más lamentable es que en nuestra sociedad corriente, este tipo de espíritu es promovido. Ha llegado a prevalecer más que el espíritu de Sara. Que Dios nos guarde de este engaño. Tal vez tenemos que volver a la verdad de “sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso.”9
La belleza de Jezabel no surgía del interior de ella. Ella tenía que pintarlo en su cara. Ella aun tomó el tiempo para pintarse la cara cuando sabía que la muerte era inminente. Hay una marcada diferencia entre la belleza de Jezebel y la belleza de Sara. Talvez Pedro se estaba refiriendo a la clase de belleza que tenía Jezabel en 1 Pedro 3:3 donde se nos dice, “Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos.” Y sigue con referencia a la clase de belleza que tenía Sara: “Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene aun más valor delante de Dios. Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo. Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.”
Jezabel fue muy consentida mientras vivió, sin embargo su fin fue asolamiento. Aunque era reina, no la enterraron con dignidad, porque cuando vinieron para enterrarla, los perros la habían comido, y todo lo que quedaba era su cráneo, sus pies y las palmas de sus manos. Su estilo de vida no sólo trajo su propia destrucción, sino también la derrota de su esposo, sus hijos, y la nación entera! Su influencia se sentía en las generaciones futuras. Su hija, Atalía, continuó en lo mismo y aun asesinó a sus propios nietos para ser ella la reina.10 Jezabel, por supuesto, es la personificación de la mujer rebelde y no nos gusta compararnos con ella. Sin embargo, es un pensar desafiante, que si no queremos ser las hijas de Sara y seguir en sus caminos, es posible que tengamos las semillas del espíritu de Jezabel dentro de nosotros.
Jezabel cosechó calamidad sobre ella y su familia. Sara en contraste cosechó las bendiciones de Dios en su vida.11 Hay promesas de fertilidad y bendiciones para las hijas de Sara. Sara no era perfecta, cometió errores, pero Dios miró su espíritu sumiso y apacible que es tan precioso ante los ojos de El, y por eso la honró y la exaltó como un ejemplo para ser imitado por todas las mujeres de todas las edades que siguieron. Dios nos anima en Isaías 51:2, “Mirad a Sara que os dio a luz.”
¿EN QUE MANERA HA DE SER SARA NUESTRO EJEMPLO?
1. En su fe. Por fe ella voluntariamente seguía a su esposo a un destino desconocido.
- Por fe dejó su familia y las comodidades de su hogar en Ur.
- Por fe vivía una vida nómada en el desierto muy caluroso.
- Por fe concibió, cargó y dió a luz un hijo a la edad de 90 años.
2. En su espíritu afable y apacible. Esta hermosura de su alma era más grande que su atracción física. Ella era sumisa a sus esposo y le dió respeto y honra.
3. En su falta de temor. Ella tenía muchas razones por temer, cuando vivía en medio de sus enemigos en tierras extrañas. ¿Y cómo se sentió cuando su esposo , su siervo y el hijo precioso de su vejez se desaparecieron por una semana, cuando Abraham se fue al monte Moriah para ofrecer Isaac a Dios? Ella hubiera guardado su corazón en paz aun en ese tiempo. ¿Qué tipo de virtud es esa? C. H. Spurgeon dice, “Es una confianza suave y apacible en Dios. Es un estado de mente, libre de ansiedades, sin impaciencia, y una completa liberación de alarma; para que, pase lo que pase, la perturbación no pueda apoderarse del espíritu, sino que el corazón continúa en su paso calmado, deleitándose en un Dios fiel. Esta es la virtud que vale el rescate de un rey y Sara lo poseía.” Ella conocía el secreto de confiar tranquilamente en su Señor, no importando las circunstancias.
Como mujeres hoy en dia, no seamos engañadas por el espíritu de Jezabel, sino que miremos a la mujer ejemplar que Dios nos ha dado.
1 Genesis 12:14,15
2 1 Pedro3;1-5
3 Genesis 12:1-5, Hebreos 11:8
4 1 Pedro 3:4
5 Genesis 12:1-20; 20:1-18
6 1 Petro 3:1; Efesios 5:21-33
7 Isaias 12:12-17; Filipenses 2:5-ll
8 1 Reyes 16:1-33; capítulos 17-21; vease Apocalipsis 2:20-26
9 Romanos 3:4
10 2 Reyes 9:30-37; 10:1-11
11 Genesis 17:15