Cinco Abrigos
Después de leerles a mis hijos la biografía de Jorge Muller me sentí desafiada a enseñarles a mis hijos acerca de cómo vivir una vida de fe.
Mi hija mayor, Kaila necesitaba urgentemente un abrigo para el invierno. Sugerí que oráramos acerca de ello y viéramos como obra Dios. Generalmente no oramos por necesidades de este tipo. Cuando necesitamos ropa, habitualmente, vamos al Ejercito de Salvación o a donde vendan ropa de segunda y compramos lo que nos haga falta. Le dije a mi hija: “Tal vez Dios quiera que usemos ese dinero para otra cosa, así que vamos a orar y veremos que hace Dios.”
Ambas comenzamos a orar diariamente pidiendo a Dios que le suministrara un abrigo para el invierno. Comenzó a hacer más y más frío afuera y todavía ¡nada de abrigo! Sin embargo, me mantuve firme y dije: “Tenemos que esperar, Dios proveerá un abrigo”.
Un par de días después una hermana de la iglesia nos trajo dos abrigos que pensó podríamos usar – uno para mi hija y el otro para mi hijo mayor. ¡Caray! Estábamos tan agradecidos y emocionados al ver como Dios obra. El siguiente fin de semana, la abuelita de Kaila le regalo un abrigo nuevo. Tres días después nuestra vecina le dio dos abrigos que ya no le quedaban a su hija. Kaila ahora tenía ¡cuatro abrigos y mi hijo uno! ¡Y solamente habíamos orado por uno!
Mi hija pudo bendecir a otra niña a quien le hacía falta un abrigo. Esto me hizo recordar Efesios 3:20, “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.” Dios decidió enseñarnos que Él cuida de nosotros, como lo ha prometido. Sabemos que Dios todo lo puede, pero muchas veces escogemos no darle oportunidad.
Ya se está haciendo un hábito en nuestro hogar que cuando necesitamos algo, oramos y esperamos. Esto le da oportunidad a los niños de ver a Dios obrar.
HANNAH BABIAK
Pell Lake, Wisconsin, EUA
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Robert y Hannah han sido bendecidos con Kaila (10), Michael (8), Rachel (5), Kendra (3), Jared (18 meses) y están en trámites de adopción de tres niños de Liberia: Bobby (7), Princess (10) y Rachel (próxima a cumplir diez años). Princess y Rachel son mejores amigas.
Tomado de la revista: ABOVE RUBIES
Julio 2005, No. 64
Usado con Permiso.