Entrenando a los Hijos para el Trabajo

 

EL VALOR DEL TRABAJO


Nuestros siete hijos (el mayor ya está casado) han sido una bendición en nuestro hogar. También todos han aprendido a trabajar duro. Enseguida menciono algunas de las cosas que hemos hecho para enseñarles a trabajar arduamente.

1) Hay que comenzar temprano
Comienza a entrenar a tus hijos a trabajar con alegría desde que comienzan a caminar. Nunca es demasiado temprano. Nuestro hijo de dos años seguía a mi esposo por toda la casa cuando él andaba haciendo trabajos de plomería, mecánicos y arreglando cosas por la casa. ¡Cuándo ya estaba más grande, él era el que andaba haciendo las reparaciones en la casa, mientras su papá lo observaba! A los 21 años ya es una persona con muchas habilidades manuales; “de todo sabe”. Las niñas pequeñas pueden doblar la ropa lavada, separar la ropa a lavar, vaciar la lavadora de vajillas, y hasta pueden planchar prendas planas a una edad temprana. Nosotros enseñamos a nuestros hijos a mantener sus cuartos ordenados y a guardar sus juguetes desde muy temprano en su infancia. Enseña a tus hijos a trabajar desde muy pequeños. Al principio, enseñar a los pequeños es más trabajo para nosotros pero a la larga, ¡vale la pena!  

2) Haz del trabajo una diversión
Cuando enseñé a mis hijas pequeñas a desempolvar los muebles, acostumbraba esconder monedas de 10 centavos debajo de los tapetitos de las mesas, en los pasamanos, o en las molduras. Si hacían un buen trabajo desempolvando, ¡las encontraban! 

3) Usa ideas creativas
Cada sábado hacíamos nuestra limpieza mayor. Yo anotaba los trabajos por hacer en tarjetas para recetas y las ponía sobre la mesa. Debajo de cada tarjeta ponía una golosina que se podían comer (o guardar para después) cuando hubieran terminado su quehacer. Con siete hijos ayudando (o con los que hubiera tenido en ese tiempo) el trabajo siempre se hacía rápido y de manera eficiente cuando usaba este método. Todavía hoy en día, con adolescentes y mayores, seguimos usando el método de las tarjetas para recetas. ¡Es divertido para ellos ver cuántas tarjetas puede hacer cada uno de manera rápida!    

4) Todos comparten la carga de trabajo
Un horario funciona muy bien para los días entre semana. Como parte del horario escolar, asignamos un bloque de tiempo en los horarios de los mayores para que se encargaran de los hermanos menores. Nuestros dos hijos mayores fueron los que enseñaron a dos de sus hermanos menores a leer excepcionalmente bien durante ese tiempo y ahora son lectores voraces. Como mamás, no tenemos que hacerlo todo nosotras. Todos pueden compartir la carga de trabajo. Si a los niños se les enseña desde pequeños a trabajar con alegría como familia, ellos disfrutarán del trabajo en equipo.  

5) Los niños pueden hacer el pan
Nosotros enseñamos a nuestros hijos a hacer pan cuando tenían ocho años de edad. Tenemos un molino casero y una mezcladora para hacer pan. A esta edad cada niño o niña podía moler el trigo, mezclar la harina con los demás ingredientes, verter en cuatro o cinco moldes y hornear el pan totalmente sin supervisión. Esto era parte de su horario escolar tres veces por semana. 

6) Enséñales a usar el tiempo sabiamente
Enseñar a nuestros hijos a usar sabiamente el tiempo ha sido muy importante para nosotros. Por ejemplo, para los momentos en que íbamos a estar escuchando algún mensaje grabado, enseñamos a nuestros hijos a bordar con punto de cruz o a coser a mano. Nuestros tres hijos varones hacían magníficos trabajos con punto de cruz a los siete años de edad. Todavía hasta hoy, nuestras hijas mayores rara vez se sientan a ver un buen video sin estar al mismo tiempo planchando o tejiendo. ¡No les gusta nada más sentarse, y ya! 

7) Anímales en sus dones o habilidades
Conforme íbamos descubriendo las habilidades y dones que tenían nuestros hijos, buscábamos maneras de animarles y de trabajar con ellos. Nuestro hijo de 25 años comenzó a hacer trabajos de carpintería cuando tenía nueve años de edad. Para los 12 años ya vendía sus trabajos. Le animamos a comprar herramientas en vez de comprar juguetes, y para los 15 años ya tenía su propio negocio y hacía muebles preciosos. Ahora a los 25 años tiene un negocio próspero y es un carpintero calificado en muebles y gabinetes. Es rápido y preciso como resultado de sus 16 años de experiencia como niño y adolescente. No desperdició sus años juveniles viendo televisión. Nunca pienses que es demasiado temprano para tu hijo si tiene el interés. Anímale lo más que puedas.    

8) Da a tus hijos grandes visiones y oportunidades
Nuestra familia a aprendido a trabajar arduamente como un equipo. Nosotros construimos una casa nueva grande en el campo hace varios años. Mientras construíamos mi esposo trabajaba para proveer el dinero necesario así que la mayor parte del tiempo mis hijos la construían solos, aunque en ese tiempo los tres mayores tenían solamente 12, 15 y 20 años. Ellos trabajaron duro, eficientemente y con precisión mientras aprendían, al mismo tiempo,  muchas nuevas habilidades. Construimos la casa sin contratar a nadie – una casa hecha con amor y una experiencia estupenda.   

9) Enseña a tus hijos a ser siervos
Tenemos la bendición de continuamente tener visitas en nuestra casa. Esto ha ayudado a nuestros hijos a aprender el arte de servir y a ser hospitalarios. Si no recibes visitas con frecuencia entonces proponte invitar personas a tu casa para desarrollar la característica de servicio en tus hijos.

10) Muestra con el ejemplo.
Como mamá no te quejes por trabajar en tu hogar. Sirve a tu familia con gozo y, ¡ellos te servirán a ti con gozo! Tus hijos realmente llegarán a disfrutar del trabajo si tu les pones el ejemplo.

KAREN FEHR
Milk River, Alberta, Canada
Bernie y Karen Fehr tienen siete hijos: James (29 – casado con Heather), Anne-Marie 28, Cameron 25, Andrew 21, Elizabeth 19, Timothy 17 y Charissa 14.

De la revista: Above Rubies, July 2004, No. 61
Usado con permiso.

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